viernes, 16 de marzo de 2012

Vidrio templado o securizado

El vidrio templado securizado a diferencia del vidrio estándar (float) tiene una mayor resistencia tanto a tensiones mecánicas como a diferencias de temperaturas.


La mayor resistencia a las tensiones mecánicas, entendidas como la unidad de fuerza ejercida o soportada por unidad de área en el entorno de un punto sobre una superficie (en este caso la del vidrio) es especialmente superior tanto en flexión como en choque, a este respecto:
  • Ofrece una resistencia al choque 5 veces superior al vidrio estándar.
  •  Es 2,5 más flexible que el vidrio float.

    Otra característica diferencial del vidrio templado respecto al float es su comportamiento frente a una rotura. El vidrio templado se fragmenta en trozos pequeños, minimizándose de este modo los riesgos de heridas profundas. Esta característica hace del vidrio templado, específicamente indicado para todas aquellas aplicaciones donde se requiera protección ante el riesgo de heridas en caso de posibles roturas por golpes o choques.
    Es posible dar todo tipo de formas al vidrio templado, podemos encontrar vidrio templado plano, curvo cilíndrico (entendido como curvados con un radio constante) o curvados esféricos (radios no constantes o complejos)

    Así mismo el vidrio templado es utilizado tanto en acristalamientos monolíticos, laminados o con cámara (tipo climalit).


                


    Los vidrios templados admiten todo tipo de manufacturas taladros, muescas, taquillas, pero deben ser realizados previo al proceso de templado, ya que una vez templado el riesgo de rotura aumenta considerablemente.



    El vidrio templado admite todo tipo de colores y serigrafías desde las realizadas con pinturas vitrificables, como orgánicas incluso de alta definición, permitiendo así unas posibilidades de personalización ilimitadas.


    Para obtener el vidrio templado se realiza un proceso consiste en calentar, gracias a unos hornos especialmente diseñados, el vidrio float hasta una temperatura de entre 650 y 700 grados centígrados (en función del espesor del vidrio) y a continuación realizar un proceso de enfriamiento brusco mediante chorros de aire frio.
    Gracias a los avances tecnológicos hoy en día no hay problema para templar vidrios con espesores desde los 3 mm a los 10 mm.

    Imágenes cedidas por Vidur, SA

    0 comentarios:

    Publicar un comentario